Los niños recibieron una enseñanza sobre la desobediencia de Adán y Eva, viendo la perspectiva de que el enemigo sabía exactamente lo que estaba haciendo pues el ladrón no vino sino para robar, matar y destruir. Satanás, en forma de serpiente, tenía toda la intención de que el hombre pecara.
Pero, Jesús vino para que tengamos vida y vida en abundancia (Juan 10:10). Jesús vino a deshacer las obras del diablo. Nosotros debemos permanecer en Jesucristo.